Nuestro espíritu debe de ser cuidado y nutrido como tal como lo hacemos con nuestro cuerpo físico, es decir que cuanto mejor lo alimentemos, cuanto mas cuidado de el tenemos, los resultados serán mejores, y consecuentemente una buena salud física.
El cuerpo físico necesita tres importantes macronutrientes, proteínas, grasas y carbohidratos; así también el espíritu requiere tres nutrientes principales, los cuales son, en primer lugar la Escritura o Palabra de Dios, que trae luz a nuestro camino; en segundo lugar alabanza y adoración que fortalecen al hombre interior; y el tercer, pero de igual manera importante, la oración, la cual nos permite ser escuchados y escuchar directamente de Dios, nos fortalece para no caer en tentación, nos mantiene en una constate comunicación con nuestro creador.
La oración es la herramienta de comunicación dada por Dios para todo tipo de ser humano que busque escucharle o ser escuchado, no importando su nivel educacional, cultural, idioma o lugar de origen; esta es el arma que ha dado el Señor para traer paz y seguridad en vida de todo aquel que a El se acerca, como dice Hebreos 4.16, “ Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos”, es decir que cuando doblamos nuestras rodillas debemos estar seguros de que somos escuchados y amados, además de contar con que la respuesta vendrá en poco tiempo.
Ahora listamos algunos versículos, que muestran las claves de la vida de oración de Jesús:
Marcos 6
46 fue a la montaña para orar.
Jesús sabia de la importancia de encontrar tiempos a solas con su Padre, concentrado en su presencia y sin interrupciones.
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Mateo 11
25 en aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado á los niños.
El Señor nos enseñó a acercarnos a él con el corazón de un niño.
Hebreos 5
7 en los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión.
Jesús fue escuchado por su sumisión ante el Padre, y nos enseño a clamar aun con lágrimas
Mateo 26:39
“Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”
Jesús comprendió, después de una noche de oración, que en momentos donde el destino de Dios para su vida esta en juego, lo mejor, es decir: “hágase como tu quieras”Jesús generó un equipo de mujeres y hombres fuertes, cimentados en la oración, por lo cual es de extrema importancia que la iglesia continúe con su legado, te invitamos a formar parte de este equipo, todos los sábados a las 6:00 pm vía Zoom.