“–No tengo plata ni oro –declaró Pedro–, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza. De un salto se puso en pie y comenzó a caminar…” Hechos 3.6-8a NVI.
“Esteban, hombre lleno de la gracia y del poder de Dios, hacía grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo…” Hechos 6.8 NVI.
La iglesia estaba creciendo, pero todavía no se expandía. Debía extenderse para poder dar testimonio de Cristo por todo el mundo. Pronto, la iglesia empezaría este movimiento hacia afuera debido a una sorprendente razón: la persecución.
A pesar de las amenazas de funcionarios religiosos hacia Pedro y Juan(Hechos 3 y 4), la iglesia siguió proclamando el evangelio. Esteban, uno delos primeros siervos de la iglesia, predicó el evangelio con valor y fe y se transformó en la chispa que Dios usaría para encender una persecución y esparcir la iglesia de Jerusalén.
En que se asemeja la muerte de Esteban a la de su Señor Jesús?