“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió para… vendar a los quebrantados de corazón, ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado” Isaías 61.1-3 “La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.” Santiago 1.27 NVI
Isaías 61.1-3 nos expone una lista de tareas para las cuales el Espíritu de Dios unge a los creyentes. Varias de estas tareas tienen que ver directamente con mostrar el corazón de misericordia y compasión de Dios.
El Señor nos ha dejado innumerables mandamientos (lo que implica que no son optativos), acerca de nuestra responsabilidad hacia el pobre, el necesitado (menesteroso), los huérfanos, las viudas, el desvalido, el extranjero, los privados de libertad, los enfermos, etc.
Me gustaría respondieras esta pregunta ¿Qué acciones prácticas podemos (en lo personal ) tomar para poder quitar “la ceniza, el luto y el espíritu angustiado” y reemplazarlos por “gloria, gozo y manto de alegría” de estos afligidos?
