Definiremos el discipulado como “La relación de enseñanza y aprendizaje que se produce entre un mentor y un aprendiz, en un contexto de pacto y compromiso, con el propósito de parecerse más a Jesús”. Al analizar la forma en que Jesús hizo discípulos, podemos notar tres aspectos importantes:
1. Relación: Seguir a Cristo quiere decir tener una relación íntima con Él. Los discípulos estuvieron con Él día y noche durante casi tres años. El resultado de esta relación es que el mundo reconocerá que hemos estado con Jesús. Leer Marcos 3.14, 1 Corintios 11.1.
¿Cuál es la razón primordial por la que Jesús llamó a los 12?
¿De que se trata el discipulado según 1 Corintios 11.1?
2. Instrucción: ¿Cómo aprendemos de Jesús? Compartiendo la vida cotidiana con Él y aprendiendo de Su Palabra. La enseñanza debe estar acompañada de la práctica. El discipulado tiene más que ver con el carácter que con el conocimiento. Leer Juan 8.31-32.
¿Qué dijo Jesús que era indispensable para ser realmente sus discípulos?
3. Compromiso total: Para poder ser sus discípulos debemos tomar nuestra cruz (cada día). La cruz es símbolo de padecimiento y muerte, el discípulo tiene que morir a sus propios deseos, planes, propósitos y vivir para Cristo. Debe mostrar lealtad absoluta a Cristo poniéndolo como prioridad en su vida sin que nada pueda estar antes que Él o sobre Él. Leer Marcos 8.34-38.
¿Qué tres cosas debe hacer alguien que quiere seguir a Jesús?
4. Cena del Señor. Dediquen un tiempo juntos para tomar la Cena del Señor, recordando que por su muerte y resurrección podemos tener vida nueva y entrada en el Reino de Dios.
