“Una y otra vez el SEÑOR envió a sus profetas y videntes para dar a Israel y a Judá la siguiente advertencia: «Apártense de sus malos caminos. Obedezcan mis mandatos y decretos, es decir, toda la ley que les ordené a sus antepasados que obedecieran y que les di a ustedes a través de mis siervos, los profetas»” 2 Reyes 17.13 NTV.
“Repetidas veces el SEÑOR, Dios de sus antepasados, envió a sus profetas para advertirles, porque tenía compasión de su pueblo y de su templo. » 2 Crónicas 36.15 NTV.
Dios es paciente, pero Su paciencia no dura para siempre. Su bondad tiene que llevarnos al arrepentimiento, pero que no nos quepa la menor duda: Dios ha prometido que el juicio le sobrevendrá a cualquiera que persista en su rebelión. Tal como Dios se ve obligado por su propio carácter a cumplir Sus promesas de bendición, también se ve obligado a cumplir Sus promesas de juicio.
A través de Su ley y de Sus profetas, Dios le había advertido a Su pueblo una y otra vez sobre las consecuencias de abandonar la relación con Él. Su infidelidad acarrearía el juicio divino. Dios levantaría líderes y ejércitos extranjeros para que tomaran lo que Dios les había dado: su tierra, su libertad su prosperidad y hasta su templo.
Dios castigó justamente a Su pueblo por su pecado, pero Él siguió siendo fiel y cumplió la promesa que le había hecho a David de preservar un remanente y proveer un Rey más adelante. Ese Rey eterno es nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
¿Porqué crees que Dios tiene mucha misericordia con su pueblo a pesar de que muchas veces nos volcamos a lo terrenal y olvidamos lo mas importante es estar en comunión con Él?
